El hallazgo de este estudio, realizado en más de 200 ríos del mundo, subraya la gravedad de la situación, donde compuestos como antibióticos, analgésicos y hormonas son detectados en aguas del Manzanares, sin una adecuada depuración. Las zonas más afectadas por este tipo de residuos y otros convencionales se localizan a lo largo del centro de la ciudad, especialmente en la zona de Getafe, Villaverde y Rivas Vaciamadrid, llegando ya altamente contaminada a su desembocadura en el río Jarama, y de ahí al río Tajo.
En la universidad de Valencia trabaja Andreu Rico profesor de ecotoxicología acuática y coautor de este informe, él nos indica las consecuencias y efectos directos que esta agua contaminada por fármacos puede tener sobre la biodiversidad de la zona y lo que es aún más delicado, sobre el ser humano. Nos cuenta que, por ejemplo, los peces se vuelven más ansiosos por la concentración de ansiolíticos en el agua, esto les obliga a moverse más rápido y les impide alimentarse bien o poder huir de sus depredadores.
“En el ser humano el problema es que estos antibióticos generan una exposición más o menos continuada y esto genera resistencia a las bacterias que viven en los ríos. Y estas bacterias, si se transfieren al ser humano, lo que pueden hacer es que nosotros mismos generemos resistencias a estos antibióticos” nos cuenta Andreu Rico en el capítulo del ‘Escarabajo verde: Tóxicos de ida y vuelta‘.
¿Es que consumimos más fármacos en Madrid que en otros lugares del mundo?
La respuesta es que no necesariamente. Aunque el índice de consumo de medicamentos en España es muy elevado, el principal motivo de esta concentración de fármacos en el agua es el bajo caudal del río para una población tan grande. Entre los compuestos que se analizaron, se detectaron cinco sustancias que tienen un riesgo potencial para el ecosistema o para el medio ambiente, dentro del grupo de los fármacos, por ejemplo, aparecen grandes cantidades de antidepresivos, de antibióticos y de sustancias que se utilizan para controlar la hipertensión. De ahí que la preocupación y el foco de los estudios por parte de los científicos este puesto en qué son estas sustancias, si nos están haciendo un bien o un mal a los seres humanos, qué está pasando los organismos que viven en los ríos y sobre todo, intentar entender qué pasa con esos cócteles de compuestos farmacéuticos.
El papel de las depuradoras y los tanques de tormenta
Para mitigar esta contaminación, se han instalado sistemas avanzados de depuración, como los tanques de tormenta, que ayudan a filtrar el agua durante los episodios de lluvia intensa. Estos sistemas capturan y almacenan las aguas pluviales antes de que se mezclen con las de las alcantarillas, reduciendo así la carga de contaminantes. Podríamos decir que son como una especie de tratamiento paliativo para ayudar a las depuradoras cuando no tienen capacidad para recoger tanta agua y evitar que los residuos se viertan al río por los aliviaderos…
Sin embargo, las depuradoras aún enfrentan retos técnicos para filtrar las sustancias químicas más resistentes, como en este caso, los fármacos. El Ayuntamiento de Madrid está impulsando un proyecto de restauración integral en el entorno de Madrid Río, que incluye la creación de nuevos sistemas de filtrado y el impulso de infraestructuras verdes para mejorar la calidad del agua.
Aun así, los recursos parecen resultar insuficientes, ya que las plantas de tratamiento de aguas residuales no fueron diseñadas para eliminar estas sustancias, sino más bien para eliminar materia orgánica, nutrientes, etc. Y estos contaminantes requieren de técnicas avanzadas de ozono o de ultravioleta para eliminarlos. Técnicas muy costosas económicamente por lo que supone el gasto de electricidad y que, hasta el momento, solo se emplean en la depuradora de Viveros.
El rol de las asociaciones vecinales y la ciudadanía
Numerosas asociaciones vecinales en las áreas cercanas al Manzanares se han movilizado para exigir una mejor gestión de los residuos y el control de la contaminación en el río. Estos grupos, apoyados por expertos medioambientales, demandan más inversión en infraestructuras de depuración y un mayor control de los vertidos industriales y residenciales. El objetivo es transformar el Manzanares en un ecosistema saludable, donde la biodiversidad pueda prosperar y los ciudadanos puedan disfrutar de un río limpio y seguro, algo que todavía no se ha conseguido en la totalidad del cauce.
Madrid Río y el futuro del Manzanares
Aun así, y desde los años 80, con el inicio de la implantación de las depuradoras, el Ayuntamiento de Madrid está realizando un esfuerzo para depurar las aguas de un río que cada año soporta un incremento demográfico enorme. El ambicioso proyecto de regeneración de Madrid Río ha transformado la ciudad, con la mejora de las infraestructuras, y la creación de espacios naturales que favorecen la depuración del río de manera más eficiente. Y aunque aún queda mucho por hacer, se sigue buscando un futuro sostenible para el río Manzanares, un río limpio y libre de contaminantes, que sea un modelo para otras ciudades europeas.
Fuente: rtve.es / Raquel Caparrós