La toxicidad del aire de la capital de la India este lunes equivale al daño causado por fumar más de 20 cigarrillos al día, según la plataforma india de monitoreo de calidad del aire AQI.
Los niveles de contaminantes PM 2.5 -las peligrosas micropartículas causantes de cáncer que entran al torrente sanguíneo por los pulmones- han alcanzado este lunes una medición de 975, según la entidad. Son 60 veces superiores al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según AQI.in la capital del aire en la capital en su peor registro equivale al daño causado por fumar 21.7 cigarrillos diariamente o 651 cigarrillos al mes. La estimación se hace en base a la regla general de Berkeley Earth que dice que un cigarrillo equivale a 22 microgramos por metro cúbico (µg/m3) de partículas contaminantes PM 2.5. Si bien no es una equivalencia científica exacta, la metáfora ilustra los efectos de la exposición prolongada a niveles tan altos de partículas contaminantes finas.
Nueva Delhi, una megalópolis de 30 millones de habitantes, actualmente cubierta por una espesa nubre gris, registra cada invierno picos de contaminación provocados por el humo de las fábricas, el tráfico y las quemas agrícolas estacionales.
Los visitantes del Taj Mahal –en Agra, a 200 km de la capital– inundaron las redes sociales de imágenes del célebre monumento de mármol blanco casi oculto por la niebla.
«Los ojos me han ardido los últimos días», comentó Subodh Kumar, un chofer de taxi. «Con o sin contaminación, tengo que estar en la carretera, ¿adónde más puedo ir?», preguntó preocupado. «No podemos quedarnos en casa. Nuestro sustento, nuestra comida y nuestra vida, todo está al aire libre», señaló.
En el vecino Pakistán, los habitantes de Lahore, la segunda ciudad, registraban también niveles de contaminación descritos como «peligrosos».
«En un esfuerzo por evitar un mayor deterioro» en la calidad del aire las autoridades de Nueva Delhi adoptaron una serie de restricciones. La jefa del ejecutivo de Nueva Delhi ordenó la suspensión de las clases presenciales en casi todos los establecimientos de secundaria.
Las escuelas primarias ya se encuentran cerradas desde la semana pasada y los niños reciben clase a distancia. Se ordenó además la suspensión de todas las obras de construcción y se restringió la circulación de vehículos pesados y de los autos más contaminantes.
El gobierno urgió a los niños y los ancianos, así como las personas con problemas pulmonares o cardíacos, a «permanecer en interiores todo el tiempo posible». Muchos habitantes de la capital india no tienen recursos para comprar purificadores de aire y viven en viviendas mal aisladas.
«¿Quién puede comprarse un purificador de aire cuando tiene dificultades para pagar sus facturas?», dijo a AFP Rinku Kumar, un chofer de tuk-tuk, taxis de tres ruedas, de 45 años.
«Los ministros ricos y los altos funcionarios pueden permitirse quedarse en casa, no la gente corriente como nosotros», añadió. Nueva Delhi y la zona metropolitana circundante albergan a más de 30 millones de personas y figuran regularmente entre los sitios de mayor contaminación ambiental durante el invierno.
De acuerdo con la autoridad capitalina, el 38% de la contaminación de Delhi este año se origina en la quema de rastrojos, o incendios agrícolas en estados vecinos. La caída de las temperaturas y los vientos más débiles de mediados de octubre a enero intensifican la contaminación.
La Corte Suprema de India determinó en octubre que el aire limpio es un derecho humano fundamental y este lunes ordenó a las autoridades a adoptar medidas al respecto.
Los PM 2.5 son partículas extremadamente pequeñas suspendidas en el aire, con un diámetro de menos de 2.5 micrómetros, menos de la cuarta parte del ancho de un cabello humano. Estas partículas son tan diminutas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, por ello se consideran los agentes contaminantes más peligrosos. Según la OMS, la contaminación atmosférica puede causar enfermedades cardiovasculares o respiratorias y cáncer de pulmón.
Fuente: Elmundo.es . EFE/ AFP
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2024/11/18/673b5388e9cf4a5b568b4582.html