Un reciente estudio realizado por investigadores del MIT revela una disminución significativa en las emisiones de mercurio provenientes de actividades humanas en las últimas dos décadas, contradiciendo inventarios globales que indicaban lo contrario.
Esta reducción, del 10% entre 2005 y 2020, ofrece un panorama alentador en la lucha contra este peligroso contaminante.
Descenso del mercurio en el hemisferio norte
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han dado una buena noticia para el medio ambiente: las emisiones de mercurio derivadas de actividades humanas han disminuido durante las últimas dos décadas, a pesar de que inventarios globales anteriores habían indicado un aumento.
Este hallazgo, supone un avance clave en la lucha contra este contaminante tóxico, que tiene graves implicaciones para la salud humana y el medio ambiente.
En el estudio, analizaron datos de 51 estaciones de monitoreo en el hemisferio norte, descubriendo una caída del 10% en las concentraciones atmosféricas de mercurio entre 2005 y 2020.
Esta tendencia es alentadora, ya que el mercurio es un metal tóxico que puede afectar el sistema nervioso y contaminar cuerpos de agua, afectando a la fauna acuática y, a través de la cadena alimentaria, a los seres humanos.
Superando desafíos en la medición de mercurio
Uno de los mayores desafíos a la hora de estudiar el mercurio radica en sus propiedades únicas. A diferencia de otros contaminantes, el mercurio puede reemitirse a la atmósfera después de ser depositado en la tierra o los océanos, lo que dificulta la identificación de sus fuentes primarias.
Además, al ser tóxico, es complicado estudiarlo en laboratorios y existen menos estaciones de monitoreo de mercurio en comparación con otros gases contaminantes como el metano o el óxido nitroso.
En el estudio del MIT, los científicos lograron superar algunas de estas limitaciones utilizando técnicas estadísticas que les permitieron agregar datos de estaciones de monitoreo cercanas, lo que ayudó a cubrir las lagunas de información.
El futuro de la investigación sobre el mercurio
Los resultados de este estudio son fundamentales no solo para la comunidad científica, sino también para los responsables de políticas medioambientales. La Minamata Convention, un tratado global que busca reducir las emisiones de mercurio causadas por el ser humano, ha sido clave en los esfuerzos internacionales para frenar la contaminación por este metal. Este tratado, que entró en vigor en 2017, establece revisiones quinquenales para evaluar el progreso.
La primera reunión de la conferencia de las partes de este tratado coincidió con informes que indicaban un aumento en las emisiones globales de mercurio, lo que causó desconcierto en la comunidad científica.
Sin embargo, el nuevo análisis del MIT podría ofrecer una explicación más precisa: los inventarios globales podrían estar omitiendo datos clave de ciertos países o actividades, como la minería de oro a pequeña escala, que representa alrededor del 40% de las emisiones humanas de mercurio. Dicha actividad, llevada a cabo en regiones remotas de países en desarrollo, es difícil de cuantificar con precisión.
Otra posible fuente de discrepancia es la liberación de mercurio de productos desechados, como termómetros o equipos científicos. Estos productos pueden liberar mercurio a la atmósfera mucho tiempo después de ser eliminados, complicando aún más la estimación de las emisiones globales.
A pesar de las limitaciones actuales, los investigadores del MIT confían en que estudios como este ayudarán a mejorar los modelos y las políticas sobre mercurio en el futuro.
Según Feinberg, la colaboración entre científicos de diferentes países será clave para avanzar en la comprensión del comportamiento del mercurio en la atmósfera y continuar reduciendo su impacto en el medio ambiente y la salud pública.
Fuente: lacarabuenadelmundo.com
https://lacarabuenadelmundo.com/disminuyen-las-emisiones-de-mercurio/