La multiplicación de crisis medioambientales y su amplitud obliga a buscar nuevas respuestas y plantea la necesidad de una nueva relación con la naturaleza. Expertos y organizaciones internacionales repiten que uno de los primeros pasos debe ser transmitir la importancia de lograr un mayor equilibrio en el planeta para fomentar una mayor conciencia ambiental. Empezando por las nuevas generaciones. De hecho, la UNESCO ha pedido que la educación para el desarrollo sostenible sea un componente central de los sistemas educativos en todos los niveles para 2025.
Para apoyar este trabajo de sensibilización en los colegios surgen iniciativas como Naturaliza, el proyecto de educación ambiental de Ecoembes que arrancó en 2018. Desde entonces busca impulsar la presencia del medioambiente en las aulas de todo el país ofreciendo formación a los profesores y una biblioteca de recursos para los docentes que quieran enseñar con una mirada ambiental. Un proyecto gratuito de carácter universal y originalmente accesible a través de una plataforma web para cualquier tipo de centro escolar de educación primaria, que este curso se ha extendido también a educación infantil y educación especial.
En su biblioteca virtual, los docentes pueden encontrar diferentes tipos de propuestas: sesiones en el aula para trabajar en diferentes periodos lectivos, proyectos para desarrollar a lo largo de todo un trimestre o clases fuera del aula dirigidas a fomentar el aprendizaje experiencial y la reconexión con el entorno y la naturaleza. «La selección de contenidos se realiza en base al currículo educativo de cada enseñanza y se ha relacionado con aspectos sociales y ambientales de actualidad a través de un hilo conductor que les proporciona un sentido global», explica Helena Astorga, responsable de Naturaliza. «De esta manera, el profesorado puede impartir los saberes básicos y competencias del currículo, al tiempo que se trabajan diferentes temáticas ambientales».
Desde que arrancó el proyecto ya son más de 2.700 los profesores de 1.750 colegios de España los que forman parte de la red Naturaliza, acercando la educación ambiental a más de 124.000 alumnos. «La evolución desde el inicio de Naturaliza ha sido notable», señala Astorga. «Hasta hace unos años los centros educativos se decantaban más por la realización de actividades puntuales sobre medio ambiente relacionadas con efemérides como el Día del Medio Ambiente, el Día de la Tierra o el Día del Reciclaje. Pero en los últimos años ha habido un cambio de tendencia, cada vez son más los docentes y los centros educativos convencidos de que la protección del medio ambiente y la sostenibilidad debe estar presente en todos los ámbitos de la enseñanza y ser una seña de identidad en los propios centros».
Reflexión
Entre esos profesores que se han apoyado en Naturaliza está Sonsoles Bustamante, docente en el CEIP Victoria Díez, un centro situado en el barrio sevillano de Los Pajaritos. Encontró en Naturaliza un apoyo para poder transmitir a los alumnos su interés por los temas medioambientales. Aunque ya había utilizado la plataforma de manera puntual, el año pasado decidió elaborar una programación anual centrada para el área de Atención Educativa, una hora semanal por cada curso en Educación Infantil y una hora y media en Primaria para los alumnos que no cursan religión.
«El propósito del trabajo realizado a lo largo del curso fue desarrollar en toda la comunidad educativa, competencias y hábitos que posibiliten la reflexión sobre la propia conducta y el impacto que ésta tiene en el entorno a nivel medioambiental», explica. El programa sobre educación medioambiental se vinculó con el proyecto educativo, los planes del centro y con los programas específicos en los que participan: el Programa MUS-E®, de inclusión educativa y social desde el arte, y el programa de prevención del absentismo escolar ‘Yo sí voy al cole’. «Además, se coordinaron contenidos y actividades con la profesora de Religión, de esta forma todo el alumnado, familias y claustro han sido sensibilizados a nivel medioambiental a lo largo del curso», indica Sonsoles Bustamante.
Actividades variadas
El primer trimestre se centró en la concienciación ambiental. «Nos convertimos en ‘Guardianes del Medioambiente’ y descubrimos nuestro entorno inmediato a través de los sentidos, elaboramos un cómic colaborativo que se deposita en la biblioteca del centro», relata la docente. Los siguientes meses giraron alrededor de la sostenibilidad. «Señalizamos todo el centro y aulas con cartelería relativa a conductas proambientales: colocamos contenedores y papeleras para la separación de residuos, enseñamos a la comunidad educativa a separar basuras, pusimos en todas las aulas bandejas para reutilizar el papel; llevamos semanalmente los residuos separados a los contenedores, creamos el rincón permanente del medioambiente con consejos y tratamos el tema del agua».
En el último trimestre aprovecharon los recursos pedagógicos para llevar la educación fuera del aula. «Realizamos, en coordinación con el Programa MUS-E®, un proyecto de aprendizaje y servicio para la Asociación Educativa y Social Nuestra Señora de la Candelaria. En concreto gracias al musical en el que participó todo el alumnado, claustro, y a un pasacalles para el Día del Medioambiente. No obstante, la profesora explica que la educación ambiental es sólo una etapa en un proceso que debe ir más allá de la escuela. «Habría que empezar por educar en medioambiente a los propios docentes, a las familias y, sobre todo, a la sociedad en general», subraya. «Afrontar la crisis medioambiental es responsabilidad de todos y todas: políticos/as, gobiernos, medios de comunicación, ciudadanía… La escuela es incapaz de asumir, por sí sola, esta responsabilidad».
Serie de Economía Circular realizada en colaboración con la organización Ecoembes.
Fuente: El Mundo. Amado Herrero.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2024/09/11/66e01ee5e9cf4a6f058b4575.html