La economía circular se impone como una de las respuestas cruciales para abordar los desafíos ambientales. Una vía para ayudar a resolver cuestiones como la reducción de recursos no renovables y disminuir la dependencia exterior de materias primas. Por eso la Unión Europea se ha marcado objetivos ambiciosos en este sentido, recogidos en el Plan de Acción para la Economía Circular, uno de los pilares del Pacto Verde Europeo (European Green Deal), que persigue aumentar la eficiencia de los recursos mediante un diseño de productos que favorezca su sostenibilidad y fácil reparación, la promoción de su reutilización y el reciclaje, así como la gestión sostenible de los recursos. En concreto, la UE ha establecido objetivos precisos en la reducción de los residuos de envases: un 5% para 2030, del 10% para 2035 y del 15% para 2040.
Para la mayoría de Estados, incluido España, eso supone continuar con los esfuerzos para mejorar las cifras globales de reciclaje y recuperación de residuos. En este sentido, desde Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro creada para que las empresas envasadoras cumplan con sus obligaciones de recuperación y reciclaje, explican que las últimas décadas han visto un crecimiento constante de los envases domésticos de plástico, metal, brik, madera, papel y cartón. El pasado año se reciclaron 1.683.890 toneladas de estos envases, una cifra que supone un incremento del 3,5% respecto al año anterior y un 12% más que hace cinco años. De ese total, la mayor parte (el 60,1% o 1.012.036 toneladas) procede de lo que los ciudadanos separan en sus hogares y depositan en uno de los 397.721 contenedores amarillos (envases de plástico, metálicos y briks) y 253.322 azules (papel y cartón) que hay en las calles.
En concreto, cada ciudadano separó a lo largo del año, de media, 19,6 kilos en el contenedor azul (+2%) y 20,4 kilos en el contenedor amarillo (+5,15%). Una vez recogidos, se llevan a alguna de las 97 plantas de selección que hay repartidas por toda España. «Gracias a las administraciones públicas, las empresas y la ciudadanía hemos impulsado un modelo de colaboración que ha situado el reciclaje como la conducta ambiental más extendida en nuestro país y que hoy es referente», ha manifestado Rosa Trigo, consejera delegada de Ecoembes. «Estamos orgullosos de haber conseguido que 1,7 millones de toneladas de envases se reciclen y tengan una segunda vida».
De ese total, 733.673 toneladas corresponden a plásticos (un 3,5% más que en 2022); 697.305 de papel y cartón (+4,6%); 243.604 fueron metálicos (+0,1%); y 9.308 toneladas fueron envases de madera (+3,28%). Eso supone que, además del ahorro de materia prima, gracias al uso del material reciclado para fabricar nuevos productos como textiles, tuberías, mobiliario urbano o nuevos envases, entre otros, el reciclaje de envases domésticos también conlleva otros beneficios ambientales. En concreto, en 2023, supuso el ahorro de 9,84 millones de MWH de energía; 15,53 millones de m3 de agua y evitó la emisión de 1,7 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera.
RECOGIDA SEPARADA
Estas cifras reflejan en gran medida el creciente compromiso de los ciudadanos con el reciclaje y la separación de residuos. Según el estudio Hábitos de la Población Española ante el reciclaje, realizado por el Instituto Catchment para Ecoembes, cuatro de cada cinco españoles (el 82,9% de los encuestados) declararon tener, de media, tres cubos, bolsas o espacios en casa para reciclar, destinando uno de ellos a los envases de plástico, metal y briks. Una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años: en 2015, eran un 72,5% los que afirmaban reciclar a diario.
Para hacer posible esa recogida separada municipal, se establece una colaboración entre Ecoembes y las distintas administraciones públicas locales, a través de 56 convenios que acuerdan las condiciones y financiación de estas infraestructuras. Sólo en 2023, se destinaron 763,4 millones de euros a las administraciones públicas locales con este fin. A esa recogida separada municipal se le añaden colectas en lugares de gran afluencia de público, como son estadios deportivos, aeropuertos, oficinas o parques de ocio. Desde Ecoembes explican que la colaboración con estos espacios se articula a través de proyectos a medida, «que incluyen contenerización, selección, tratamiento y seguimiento, así como sensibilización al personal y los usuarios». Así, el 13% de los envases reciclados en 2023 (219.424 toneladas), provienen de lo recogido en los 57.643 puntos de reciclaje y en las 310 máquinas RECICLOS situadas en estos espacios.
Por otro lado, desde Ecoembes señalan que la cantidad restante del total de envases domésticos reciclados en 2023 (un 26,9% o 452.430 toneladas) se consiguió rescatar de las plantas de la fracción «resto» (contenedor gris) que es adonde llegan los residuos sin separar. Una cifra que evidencia que, aunque el reciclaje es un hábito medioambiental muy consolidado, todavía queda camino por recorrer para extenderlo aún más. De la misma forma, todavía llegan al contenedor amarillo otros residuos de forma errónea. De hecho, en 2023, el 31,9% de los residuos que se depositaron en el contenedor amarillo no eran envases. «Tras nuestros más de 25 años de experiencia, ahora nos enfocamos en trabajar por un futuro sin residuos, más allá del reciclaje» resume Rosa Trigo. «Hay que producir menos residuos y ser capaces también de reutilizarlos. No se trata solo de cumplir los ambiciosos objetivos marcados por la legislación, sino también de dar respuesta a las necesidades del Planeta».
Serie de Economía Circular realizada en colaboración con la organización Ecoembes.
Fuente: El Mundo. Amado Herrero.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2024/04/16/661d1df8e85ece381a8b459c.html