La Real Fábrica de Tapices de Madrid se transformó el pasado martes 6 de febrero en un bosque virtual para la celebración del primer Circularity Day (Día de la Circularidad) de Ecoembes. Un evento en el que esta organización que fomenta el reciclaje en España presentó tanto su plan estratégico para el periodo 2024-2026, como ejemplos de las oportunidades que ofrece la economía circular a partir de las experiencias de profesionales de sectores como la gastronomía, la moda, la arquitectura o la música.
«Hemos situado a España en el Top 10 de los países que más envases reciclan en la Unión Europea, pero podemos seguir mejorando en el reciclaje y en la recogida selectiva. Nuestro objetivo es que en 2030 estemos el Top 5», asegura Rosa Trigo, consejera delegada de Ecoembes. Para ello, considera necesario «trabajar en sostenibilidad en nuestro día a día y en todos los ámbitos» de nuestra vida. «El reciclaje nos ha traído hasta aquí, pero por sí solo ya no sirve, tenemos que reducir, reutilizar y busca nuevas formas de comunicarnos con los ciudadanos, nuevas maneras de hacer las cosas para que nuestros envases sean 100% circulares y sostenibles, y aprovecharnos de las nuevas tecnologías que nos permitan dar mejor servicio», resume Trigo
Su plan estratégico tiene la mirada puesta en 2030: «Nuestra visión del futuro es la circularidad plena de los envases, que es nuestro granito de arena para que nuestro planeta sea más sostenible». Otro de los desafíos de su organización, añade, es «reducir drásticamente la basuraleza en nuestros entornos naturales».
Y es que como repasa Odile Rodríguez de la Fuente, divulgadora científica y medioambiental, la acumulación de basura en la naturaleza es una grave amenaza para todos los seres vivos porque «el planeta funciona como una unidad, casi como un organismo vivo».
«Como decía mi padre, nos estamos convirtiendo en la Civilización de la basura. Y muchos de estos residuos, que a veces son químicos, se acumulan en el tejido de los animales que los comen, acaban en la cadena alimentaria y podemos terminar consumiéndolos nosotros. Y luego está el aspecto más visible, que es la cantidad de animales que quedan enredados en plásticos», señala la hija del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.
Durante su intervención en el Día de la Circularidad, la divulgadora narró al público cómo surgió la vida en nuestro planeta y cómo, pese «a que llevamos cuatro segundos en la Tierra», nos hemos ganado ya ese apodo de la civilización de la basura: «Está muy relacionado con una forma que tenemos los seres humanos de relacionarnos con la naturaleza. Hemos heredado esta premisa de que tiene que ser a través de su explotación y de su manipulación. Afortunadamente, hay personas que están empezando a cuestionarse esta creencia tan arraigada y piensan que la naturaleza puede ser nuestra gran aliada, pero para ello tenemos que ingresar dentro de la biosfera y funcionar e inspirarnos en la propia naturaleza», expone Odile Rodríguez de la Fuente.
ENVASES COMESTIBLES
Fomentar el ecodiseño es otra de las prioridades de Ecoembes, y en ese sentido, Rodrigo García, diseñador, arquitecto y cofundador de la firma Notpla, enseñó a los asistentes cómo diseña envases que se desintegran de forma natural o pueden ser consumidos después de su uso. Como ejemplo, presentó sus envases comestibles, que buscan acabar con el plástico de un solo uso. García subrayó la importancia de «repensar y reducir», así como la necesidad de «poner la sostenibilidad por encima del negocio».
Otro de los profesionales que mostró las posibilidades de la economía circular fue el arquitecto Manuel Jiménez, cofundador del estudio de diseño Nagami, que explicó cómo crea diseños circulares de vanguardia para marcas de lujo o galerías como el Museo Pompidou de París, fusionando arquitectura, tecnología y plástico reciclado.
También contó su experiencia el fundador de la firma española Ecoalf, que usa materiales reciclados para fabricar sus prendas. Javier Goyeneche narró el proceso que les permite convertir los plásticos acumulados en el océano en ropa, contribuyendo a la limpieza del fondo marino y generando conciencia a través de sus productos.
Pero no todos los residuos son plásticos. El desperdicio de alimentos se ha convertido también en un grave problema ambiental y económico, como subrayó Eneko Atxa, elegido el chef más sostenible del planeta en 2018. El cocinero vasco ha acumulado cinco estrellas Michelin con sus restaurantes, aunque su buque insignia sigue siendo Azurmendi, epicentro de las iniciativas que él y su equipo llevan a cabo para dar una segunda vida a todos los ingredientes y productos que utilizan. «El problema de los residuos es mayúsculo, porque muchas veces ponemos el ojo en otro tipo de segmentos o industrias como el transporte, y nos olvidamos del impacto que puede tener el mundo de la alimentación», señala.
Sus iniciativas para lograr aprovechar todos los recursos que utilizan y darles una segunda vida van más allá de evitar desechar comida. Por ejemplo, se han unido al proyecto que puso en marcha el Ayuntamiento de Larrabetzu (Vizcaya), donde está Azurmendi, y han generado un área de compostaje donde los vecinos llevan el material orgánico que se desecha, y que posteriormente se utiliza para los cultivos del pueblo.
Cada uno de los clientes de su restaurante «se lleva una pastilla de jabón realizada con el aceite que usan para cocinar, y que es elaborado por vecinas de Álava, que ponen en valor otra vez ese oficio del jabón artesanal», explica Atxa. Otra iniciativa es la reutilización del pan perdido para elaborar caramelos de toffee mediante una técnica de cocinado que ha ideado.
Durante el Día de la Circularidad se pusieron en práctica algunas de estas iniciativas. Así, el catering que se sirvió durante el cóctel fue preparado con productos que no se habían sido vendidos en los supermercados, en colaboración con Too Good to Go, una organización que trabaja para combatir el desperdicio alimentario.
Los asistentes al evento disfrutaron asimismo de la actuación de la orquesta de La Música del Reciclaje de Ecoembes, que utiliza instrumentos musicales reciclados. Su director musical, Víctor Gil, compartió la historia de esta orquesta integrada por niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad que han encontrado una segunda oportunidad a través de la música.
Serie de Economía Circular realizada en colaboración con la organización Ecoembes.
Fuente: El Mundo. Teresa Guerrero.
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2024/02/27/65c4ff8be4d4d8631c8b45b8.html