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El verano de 2023 se convierte en el más cálido de la historia: «El colapso climático ha comenzado»

Temperaturas más altas, océanos más calientes, más lluvias, más sequías, más incendios, menos hielo en los polos. El planeta se despide el verano más caluroso de su historia desde que hay registros, y el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) acaba de ponerle cifras, y algo peor. Según Samantha Burgess, directora adjunta de este Servicio: «La evidencia científica es abrumadora: se seguirán batiendo récords y habrá más eventos climáticos extremos, más intensos y frecuentes que impactarán a la sociedad y los ecosistemas, hasta que dejemos de emitir gases de efecto invernadero».

Los meses junio-julio-agosto de 2023 la temperatura en el planeta fue de 16,77°C, lo que supone 0,66°C por encima de la media. En Europa la cosa fue un poco peor: 19,63 °C de temperatura media, con un 0,83 °C de aumento.

Con estos datos, los ocho primeros meses de 2023 ya lo convierten en el segundo año más cálido jamás registrado en el planeta, pero está a solo 0,01 grados de la primera plaza, el 2016, y todavía le quedan cuatro meses.

La base de datos de Copernicus se remonta a 1940, pero puede compararse al clima de los milenios anteriores, establecido gracias a los anillos de los árboles y a los núcleos de hielo, y sintetizado en el último informe de los expertos en cambio climático de la ONU (IPCC).

A partir de esta base, «los tres meses que acabamos de vivir son las más cálidos desde hace alrededor de 120.000 años, es decir, desde el principio de la historia de la humanidad», afirmó Burgess.

«Los días caninos del verano no son sólo ladridos, sino que muerden. Nuestro planeta acaba de soportar una temporada de ebullición, el verano más caluroso jamás registrado», advirtió este miércoles el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado.

«El colapso climático ha comenzado. Los científicos han advertido durante mucho tiempo lo que desatará nuestra adicción a los combustibles fósiles», dijo Guterres.

«Nuestro clima está implosionando más rápido de lo que podemos hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos que afectan a todos los rincones del planeta. El aumento de las temperaturas exige una mayor acción», añadió Guterres.

Si nos centramos en el mes de agosto, según Copernicus, ha sido más cálido en todo el mundo desde que hay registros: 16.82°C de temperatura media, 1.5°C más cálido que la media del periodo preindustrial, de 1850 a 1900; 0.71°C más cálido que el periodo entre 1991 y 2020, y 0.31°C más que el agosto más cálido hasta la fecha, el de 2016.

Según los datos que acaba de hacer públicos la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), España acaba de vivir el agosto más caluroso de su historia: 24,8 °C de media, lo que supone 1,8 °C por encima de la media de este mes en el periodo 1991-2020. El promedio de temperaturas máximas también fue el más alto de la serie histórica: 32,7 ºC. Superó en dos décimas el agosto de 2003, y en 2,2 °C el promedio normal. Y las mínimas lo mismo: 1,3°C por encima de lo normal, tan solo superadas por los agostos de 2003 y 2022.

Un hombre se refresca en la fuente de un parque en Sevilla.
Un hombre se refresca en la fuente de un parque en Sevilla.Gogo LobatoMUNDO

Durante este verano también se registraron precipitaciones superiores a la media en la mayor parte de Europa occidental y Turquía, con récords que provocaron graves inundaciones en el oeste y noreste de América del Norte, partes de Asia, Chile, Brasil y el noroeste de Australia.

En cambio, Islandia, el arco alpino, el norte de Escandinavia, Europa central, gran parte de Asia, Canadá, el sur de América del Norte y la mayor parte de América del Sur experimentaron todo lo contrario, una sequía por encima de la media, provocando graves incendios forestales.

Las olas de calor afectaron a múltiples regiones del hemisferio norte, incluido el sur de Europa, el sur de Estados Unidos y Japón. Se registraron temperaturas muy por encima del promedio en Australia, varios países de América del Sur y alrededor de gran parte de la Antártida.

En España las temperaturas más altas se produjeron el día 10, con los 46,8 °C del aeropuerto de Valencia, y 44,5 °C en la ciudad. Los 45 °C del aeropuerto de Córdoba el día 11, y los 44,3 del aeropuerto de Granada el día 9 fueron el segundo y tercer registro de temperatura más alto. Aunque en dieciocho estaciones se registraron las temperaturas máxima diarias más altas de un mes de agosto.

En agosto de 2023 se registraron condiciones más húmedas que la media en gran parte de Europa central y Escandinavia, a menudo con fuertes lluvias que provocaron inundaciones. Pero en la Península Ibérica, el sur de Francia, Islandia y gran parte de Europa del Este, incluidos los Balcanes del sur, el clima fue más seco que el promedio, lo que aumentó las posibilidades de que se produjeran incendios forestales en Francia, Grecia, Italia y Portugal.

Varias mujeres descansan a la sombra en Sevilla.
Varias mujeres descansan a la sombra en Sevilla.Gogo LobatoMUNDO

En España, Agosto tuvo un carácter muy seco, con unas precipitaciones medias de 10,1 mm, lo que representa el 47 % del valor normal que se suele registrar ese mes. Ha sido el séptimo agosto más seco desde 1961, y el tercero más seco del siglo XXI. Sin embargo en Baleares fue el tercer mes de agosto más húmedo desde 1961.

En los océanos del mundo, todos los días, es decir, desde el 31 de julio al 31 de agosto de 2023, las temperaturas medias mundiales superaron el récord anterior de marzo de 2016. La temperatura media mensual fue de 20,98°C, más de medio grado por encima de la media.

En el Atlántico norte se superó el récord diario anterior de 24,81 °C, establecido en septiembre de 2022. El 5 de agosto, y casi todos los días desde entonces, se ha mantenido por encima de este nivel, alcanzando un nuevo récord de 25,19 °C el 31 de agosto.

«El calentamiento de los océanos conlleva el de la atmósfera y un aumento de la humedad, lo que provoca precipitaciones más intensas y un aumento de la energía disponible para los ciclones tropicales», advirtió Burgess.

Este sobrecalentamiento también afecta a la biodiversidad: «Hay menos nutrientes en el océano (..) y menos oxígeno», lo que amenaza a la supervivencia de la fauna y la flora, agregó.

En cuanto al hielo marino, en el Antártico hubo este agosto un 12% menos, convirtiéndose en el peor año desde que comenzaron las observaciones por satélite en los años 70. Los sectores más afectados fueron el Mar de Ross, al sur de Nueva Zelanda, y en los sectores del Atlántico Sur y del Océano Índico, mientras que las concentraciones fueron superiores a la media en el sector del Mar de Bellingshausen-Amundsen.

Y aunque en la mayor parte del Océano Ártico central registró concentraciones de hielo marino un 10% inferiores a la media, hubo algo más en los mares de Kara y Laptev, en Siberia.

Fuente: El Mundo

https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/medio-ambiente/2023/09/06/64f87d43fdddfff3878b45ca.html

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